El desconocido e inhóspito pueblo de Los Sauces es una simpática localidad ubicada entre Angol y Galvarino, pueblos aledaños a la ciudad de Temuco. Por la mañana suele tener una densa pero muy característica niebla que envuelve con su rico olor a sur, compuesto por bosque nativo, humedad y, por supuesto, mucho frío. El párroco de la comunidad es el Padre Juan Manuel, un sacerdote muy simpático, acampado y criado en la zona. Es una persona muy servicial y siempre con disposición para ayudar. Cerca de las 12 del día, comienza a disiparse la niebla y a esclarecer, apareciendo el lindo e imponente campo chileno que rodea esta humilde zona, y que junto a su gente tradicional, leal, cariñosa y ayudadora, lo hacen un lugar verdaderamente único, agradable y perfectamente chileno. Las conversas y las famosas “onces” por supuesto que no faltan, y es precisamente ahí, compartiendo, donde uno como voluntario, recibe mil veces más de lo que le entrega a la gente, aprendiendo mucho de ellos.